La bandera de la Confederación, todos la habeis visto en mil conciertos y nadie sabe que c****** es. |
Pero, por si no fuera excusa suficiente, os digo que os quiero un montón ¿Cuela? Bien, bien, así me gusta.
Lynyrd Skynyrd, a los cuales agradecemos el gesto de decirnos como se pronuncia su endiablado nombre, es un grupo originario de Florida que, durante los '70 fueron de lo mejorcito que se subió a un escenario.
Hay que decir que esta banda ha tenido mil y un integrantes, y para evitar complicaciones no os voy a hablar de la formación original , sino de los miembros que grabaron este (Pronounced 'Lĕh-'nérd 'Skin-'nérd) que os traigo hoy. La banda, por aquel entonces, estaba formada por Ronnie van Zant al micro, Allen Collins a la guitarra, Gary Rossington también a la guitarra, Ed King (¿adivinais?) también a la guitarra, Leon Wilkelson al bajo, Bob Burns a la batería y, por último, Billy Powell a los teclados; unos amigos que montaron un grupete y que, tras un par de cambios en el nombre del grupo , decidieron, a modo de homenaje, ponerle a la agrupación el nombre del profesor de gimnasia que no quería que llevasen el pelo largo... con una modificación aquí y una modificación allá les quedó Lynyrd Skynyrd, tócate los pies.
No se si os habeis dado cuenta pero Lynyrd Skynyrd tiene tres guitarristas. Tres guitarristas dispuestos a dar lo mejor de si en cada canción y si hay algo que me gusta de este disco, es que dejan lo mejor para el final, como tiene que ser, para dejar buen sabor de boca, porque su trabajo en Free Bird es sencillamente brillante, únicamente superado (si, voy a barrir pa' casa) por el de Jimmy Page en Stairway to Heaven, pero a lo que vamos:
Señores, ante sus ojos "La Biblia" del rock sureño, con permiso de The Allman Brothers Band, por supuesto. |
Ocho cortes, unos cuarenta minutos aproximadamente, le dais al play y ni os enterais. Lo que quiero decir es que se trata de un disco ameno, de esos que no se hacen interminables y pesados. Además, os topareis con un temón detras de otro... ¿qué más quereis?
De entre todos, nos vamos a quedar con las tres joyas del southern:
Tuesday's gone, porque aunque eran unos chicarrones duros del sur tenían su corazoncito y nos lo dejaron plasmado en esta canción.
Tuesday's gone, porque aunque eran unos chicarrones duros del sur tenían su corazoncito y nos lo dejaron plasmado en esta canción.
Como situación extraordinaria dentro del blog, mi hermano se va a hacer un huequito en WdR para recomedaros la versión de Metallica.
Simple Man, una canción en la que una madre le aconseja a su hijo que vida llevar para ser feliz.
Y, por último, Free Bird, himno de la banda durante toda su trayectoria y momento clave del disco, donde esas tres guitarras que caracterízan a la banda toman todo el protagonismo, consiguiendo que Free Bird esté en la memoria de todos por unas razones u otras.
Y, por último, Free Bird, himno de la banda durante toda su trayectoria y momento clave del disco, donde esas tres guitarras que caracterízan a la banda toman todo el protagonismo, consiguiendo que Free Bird esté en la memoria de todos por unas razones u otras.
Es increible que en el mismo LP se consiguieran reunir semejantes canciones, de esas con las que solo puedes permanecer con la boca cerrada y no decir absolutamente nada, solo escuchar. Para ser su primer álbum, se lo montaron verdaderamente bien.
Este (Pronounced 'Lĕh-'nérd 'Skin-'nérd) es uno de esos discos que acompañan a uno durante toda su vida, espero que os acompañe en la vuestra.
(para que luego digan que el rock es cosa de hombres, fijaos en el público)