martes, 2 de noviembre de 2010

Dire Straits

Hola chavales!!
Es muy probable que no sea yo la persona más indicada para hablar de Mark Knopfler y cía... porque los Dire Straits son más cosa de Sampe que mía, ya conocéis todos nuestra pequeña discusión Knopfler-Clapton, pero durante este fin de semana no escuché otra cosa. Eso sin contar a Led Zeppelin que, por cierto, llevo queriendo subir su Led Zeppelin IV desde que empezamos con el blog, y lo voy alargando porque tengo miedo de no saber hacerle justicia. Es un disco demasiado bueno.
El caso es que, aunque me ponga de parte de Clapton, la música de Dire Straits siempre me gustó muchísimo. Es uno de esos grupos que con sólo tocar una nota son reconocibles, y eso es algo que tiene mucho mérito, es uno de esos grupos que crean escuela.
Los Dire Straits llegaron a mi casa con un grandes éxitos que, de llevarlo de un lado a otro, acabó perdiéndose en alguna parte, probablemente estará metido en la caja de algún cd de The Beatles... o en medio de una bobina de cd's... porque yo soy así de desastre. Hubo un tiempo en el que tenía los discos ordenados alfabéticamente por grupos y dentro de esa clasificación por años. Fueron tiempos felices, pero la unión de Spotify y un disco duro externo acabó con ellos.


Dire Straits es un grupo nacido a mediados de los '70 en plena escena punk... y claro, suele pasar que, entre un rebaño de ovejas blancas, una negra sobresale entre el resto. Alelo recesivo que le llaman. Fue cosa de Mark, que decidió formar el grupo durante una fiesta (no será el primero, ni el último). La banda estaría formada por Mark Knopfler (guitarra y voz), David Knopfler (guitarra), John Illsley (bajo) y Pick Withers (batería). En un principio la banda se llamó "Cafe Racers" ya que iban de bar en bar pidiendo que les dejasen actuar, de forma que su música se escuchase de fondo, permitiendo a la gente que estuviese en el local conversar tranquilamente. Así que se pusieron manos a la obra, grabaron una maqueta y se pusieron a tocar en pubs hasta que, milagrosamente, una de las copias de la maqueta llegó a manos de un afamado crítico musical londinense que, perplejo por el característico sonido de la guitarra de Mark (recordemos que toca sin púa), decidió pincharlos en un programa de la radio. En ese programa de radio son descubiertos por una discográfica y ello les supuso un contrato. Estamos en 1977.



Que Sampe no me oiga, pero cómo lo parte Mark Knopfler y que punteo más maravilloso tiene.
Vosotros shhh! Si alguien dice algo diré un: "Emmm no, yo no he dicho eso..."

En marzo de 1978 se meterán en los estudios para grabar el que será su primer álbum, de titulo homónimo,  que saldrá a la venta para junio del mismo año. Un álbum con nueve cortes en los que se encuentra ese increible y brillante Sultans of Swing, que saldrá como single y que los acompañará como éxito exitoso durante toda su carrera y que, gracias a él este "Dire Straits" sería uno de los discos más vendidos de la Historia. Hay que decir que es uno de esos grandes, grandísimos álbumes debut, pues en él nos toparemos con canciones que aun hoy están entre las mejores del grupo.
Ya sabemos y si no, os lo digo yo, que Dire Straits es una banda de directos y que a mi, personalmente, es algo que me gusta mucho. Que un grupo dé un buen espectáculo sobre el escenario es algo que con el tiempo se aprecia mucho. Os lo dice una que escuchó mucha música enlatada imposible de tocar en condiciones en un escenario sin una orquesta sinfónica y con la que había que tirar de pregrabados y tal y cual... en palabras de Perez Reverte:
"de pavas que cantan ópera chunga con corsé gótico y casco de walkiria" 
Además, a todo el mundo le gusta ir a un buen concierto, eso no me lo negareis.

Dire Straits es un álbum surgido a partir de esas maquetas que consiguieron grabar con los pocos medios que tenían (de ahi el nombre de la banda, "grandes apuros" en español) y que, aunque a su salida no tuvo un éxito notable entre el público, si fue un álbum querido por la crítica.
En Dire Straits nos toparemos con Sultans of Swing, a la que no creo que haya que hacer muchas presentaciones, pero el resto de canciones para nada se quedan cortas. El tema predominante del álbum (predominante, que no el único) es el amor en sus múltiples formas, pero eso no lo hace ni mucho menos monótono o aburrido. La guitarra de Knopfler no dejará que se nos pase semejante idea por la cabeza. Cambios de ritmo por todos lados, unas más nerviosas y otras más lentas. Es un disco directo y sencillo en el que se nos presenta a un grupo que en su día pasó de modas y que hicieron lo que quisieron con su música. Un grupo que encontró su estilo propio y vaya si les salió bien.
Así sin más, os dejo con el disco y un vídeo que seguro que más de uno me lo agradece.



2 comentarios:

Eder dijo...

Me encanta este grupo. Desde canciones mitikisisisisisísimas como Sultans of Swing hasta las no tan mitikisisisisisisísimas como In the Gallery. Me encanto ese parentesis dedicado a Reverte. Por lo q a mi respecta, no le diré (straits xd) a Sampe q le echaste flores a knofler jajajajaja. wena entrada :)

Davicin dijo...

Recuerdo que conocí este grupo hace muchos años gracias a mi padre que los escuchaba cuando ibamos en coche.
Sus canciones mas miticas las conozco pero no es un grupo que haya escuchado mucho.
Algun dia les daré una oportunidad.
Me gustan estas entradas tan alegres, seguid asi ;)

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